Inconscientemente ese smog asfixia, hemos de "necesitar" de una plantita en un balcón, un arbolito en una calle completamente inundada de polución; inconscientemente ¡qué mediocres podemos ser! pasando de largo aquellos árboles y plantas que a la altura de un cielo de verdad nos dice que ésta no es una realidad. Qué desatar corbatas y pisar pasto es correr a contra-viento, que no queremos querer andar tan sueltos, sin ese apuro que nos lleve a esa absoluta y bella realidad; qué cobardes hemos de ser que vivimos sin vivir, sin dejar ni un suspiro, sin dejar que nada nos diga, que todo esto no es real.
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Attraversiamo.