No vamos a parar nunca, y menos, por un semáforo rojo.

Y definitivamente me transportas a noche rockera, donde siempre es temprano y sólo es tarde a las primeras horas de la mañana, pero después pienso que estoy para otra, estoy para poner Stevie con las muchachas en el "galpón" y/o mi cuarto y descosernos con guitarras imaginarias y coros gospel soñados, y en la parte del piano la seguimos porsupuesto!, pero me olvidé que como dije que "estoy para otra", obviamente "estamos" para otra, así que agarramos los cajoncitos, las guitarras bajo el brazo y a tu rancho a ranchear con birrsas mágicas y algunos que otros tal vez buenos humos, algo rockers, algo "alguienes" o hasta poder llegar a conseguir dos identidades e irnos a la re puta madre que nos re mil re parió..
buem 
La cuestión es que me entrego absolutamente, "Te estás entregando", me decía la pelotuda de mi vieja cuando me daba sueñito. Y yo le decía "no no, no! No tengo sueño." No sé porque, pero no quería admitir que tenía sueño, es más de chica nunca entendía porque los grandes dormían la siesta, durante esos momentos debo haber desarrollado gran parte de esta imaginación berreta, pero imaginación al fin. Y no importa. O tal vez si, pero para no ahondar en pelotudeces bastante complicadas mejor cierro el orto. Me entrego absoluta y completamente a la plenitud y el placer, ahora más que nunca, ya no pienso en nada más, ni miro el reloj ni los 15 minutos adelantados, salgo a buscar, a buscarte, a encontrarte, a perderte. "Siempre voy a buscar lo que es mío, aunque el planeta termine en un circulo" inevitable, se me viene a la mente, "mehaceacordartodaavos"
Que alguien me de fuego, me avive la llama, gracias, nutriéndome en el aire de algún que otro dato ajeno, que nutra mi enferma mente aún más, que valga la pena recopilar, pero más importante, compartir, y así estamos.
Sabrá el cielo cuan miserable soy ahora? me da miedito del bueno, me da sensación a desconocido por conocer, o conocido, peor aún, mejor aún, más interesante, más insaciable aún.  
María no piensa en escribir dos libros. En realidad piensa en aprender a escribir. Uno es para alguien. El otro es para los pelotudos que le decían que escriba un libro, para sus hermanos, tipo, tipo los que oyen y no escuchan, como si fuera realmente insalubre, como si doliera, tipo, tipo doloroso.
Hermanos esto es sano. Un día nos vamos a morir. Hoy no.
Es cierto que aprendí algo.